En el fútbol sala, así como en el fútbol en general, se presta mucha atención a los jugadores ya que son los elementos del equipo que más se mueven. Sin embargo, el portero, esa única persona, es un elemento imprescindible dentro del equipo y del partido. Pero, ¿qué habilidades necesita un portero de futsal?

Los porteros de fútbol sala necesitan una buena formación, centrada en acciones tanto defensivas como ofensivas. El portero no solo es el guardameta, tiene además de que actuar para evitar un gol o poner de nuevo el balón en el juego sin darle ventaja al equipo contrario.

Además, necesita una serie de habilidades que se van aprendiendo durante los entrenamientos y desarrollando con el tiempo.

Un buen portero tiene que:

  • ser ágil
  • ser flexible
  • tener una gran capacidad de reacción
  • tener resistencia

¿Cómo es el entrenamiento para portero de fútbol sala?

Se puede pensar que el entrenamiento del portero tiene que ser en parte el mismo que el de sus compañeros de equipo. No obstante, sus tareas son bien diferentes y necesitan un calentamiento, estiramientos y ejercicios muy específicos.

Por tanto, en el estiramiento, se trabajará sobre todo las piernas, el abdomen, el cuello y los hombros.

En el calentamiento, se realizarán ejercicios con el balón, tanto con las manos como con los pies, y que implican movimientos concretos como correr y agacharse al mismo tiempo.

Estiramientos y calentamientos son fases del entrenamiento claves para preparar el cuerpo a realizar ciertos movimientos, asimilar técnicas y posturas para evitar lesiones y activar el organismo para realizar ejercicios más intensos.

En cuanto al entrenamiento específico para porteros, se suelen centrar en las principales necesidades del guardameta:

  • ejercicios de acción/reacción:
    • reflejos y agarre
    • defensas bajas y altas
    • saques
    • salidas de portería
  • ejercicios de fuerza
  • ejercicios de agilidad
  • ejercicios de velocidad: sprint

Como se puede comprobar, el portero de fútbol sala necesita desarrollar habilidades como la observación y la concentración, la rapidez de reacción y la agilidad en el movimiento. No exige tanta resistencia como la de sus compañeros pero concentra en pocos minutos una multitud de habilidades claves para lograr el objetivo de defensa o de ataque.